Thursday, June 29, 2006

Minorías mayores


He aquí una lista de algunos de los judíos que conozco:

Helen Hunt, Paul Reiser, Woody Allen, Ron Jeremy, Jamie Gillis, Richard Pacheco, Barbra Streisand, Isaac Asimov, Calderón de la Barca, Dustin Hoffmann, Benjamin Disraeli, Eliane Karp, Baruch Ivcher, Olenka Zimmermann, Richard Webb, Karl Marx, Adam Samdler, los hermanos Washowski, Stephen Spielberg, Robert Zemeckis, Tom Hanks, Mel Brooks, Eddie Fleishmann, Pedro Pablo Kucynski, Sammy Davis Jr, Lenny Kravitz, Slash, George Lucas, Seinfield, Ariel Sharon, Sharon Osbourne, Fran Dresher, Jeff Goldblum, Abraham Levi, Howard Stern, Aaron Spelling, Albert Einstein, Leonard Nimoy, Sigmund Freud, Joseph Lieberman, Goldberg, Marcel Proust, los Bestie Boys, Paul Simon, Arthur Miller, Henry Kissinger, Bette Midler, Frida Kahlo, Joan Rivers, Ben Afleck, Anna Frank, Jack Kirby, Natalie Portman, Stan Lee, Alicia Silverstone, Michelle Pfeiffer, Wynona Ryder, Michael Landon, Cary Grant, Pete Sampras, Harrison Ford, Nostradamus, Ralph Lauren, Gwyneth Paltrow, Calvin Klein, Billy Joel, William Shatner, Sarah Jessica Parker, Robert Downey Jr, Ben Stiller, Mathew Broderick, David Copperfield, Jon Lovitz, Jaques Derrida, Tanya Roberts, Daniel Day-Lewis, Michael Douglas, Kevin Kline, Billy Crystal, Lisa Bonet, Peter Sellers, Goldie Hawn, Paul Newmann, Carl Sagan, Levi Strauss, Debra Winger, Rossana Arquette, Patricia Arquette, Bob Dylan, Mel Blank, Modigliani, David Arquette, Harvey Keitel, Tony Curtis, Lauren Bacall, Rob Schneider, Eliott Gould, Paula Abdul, Jason Alexander (George en Seinfield), Carole King, Karl Popper, Boris Becker, Bronson Pinchot, Rodney Dangerfield, Fritz Freleng, Dee Snider, Gene Simmons, Joey Ramone, los hermanos Marx, Marcel Marceau, Andy Kauffman, Jerry Springer, Don Francisco, Harry Houdini, Stanley Kubrick, los hermanos Cohen, Roman Polanski, Oliver Stone, Sam Mendes, Michael Mann, Franz Kafka, J.D. Salinger, Allen Ginsberg, Neil Gaiman, Gabriela Mistral, Noam Chomsky, Monica Lewinsky, Bobby Fisher...

La lista podria continuar durante horas. Lo que me parece ridículo es que nos traten de convencer todo el tiempo en los medios de comunicación (que ellos controlan) que son parte de una "minoría".

Thursday, June 15, 2006

No lo digo yo, lo dice la gente(*)

Amigos míos, mi amistad con Ricardo se remonta, si mal no recuerdo, al año 1986. Por aquella época yo vivía prácticamente solo (lo cual no significa en absoluto “estado de abandono total”) y de cuando en cuando se me daba por organizar ciertas borracheras memorables. Fue en una de ellas donde este individuo se coló como “invitado” de un amigo en común. La afinidad en el gusto por el trago barato, la música estridente, la literatura de horror y las cholas tetonas, hizo que hiciéramos buenas migas de inmediato.

Creo que es mi deber (a pesar de los espasmos gástricos que me produce hacerlo) confesar que en todos estos años, jamás he podido descubrirlo cantando periquito pin pin, haciendo pasitos del pirulino o cosa parecida, lo que en nuestro argot rockero significaría algo así como un metalero “puro”. Bueno, eso fue antes de que pisara los llunaites y adquiriera esa terrible fijación casi gay por Don Omar y su música. Pero estamos saliéndonos del tema(**).

Con él y un reducido pero eficaz grupo de amigos, nos dedicamos a organizar fastuosas y divertidas pachangas que llegaron al clímax total cierto 22 de Junio (cumpleaños de Ricardo, manden fruta) inolvidable y mastodóntica celebración al gran Baco y sus huestes, en la cual los asistentes fuimos tantos que prácticamente abarrotábamos la casa. Intuyo que William Burroughs se hubiera sentido más que feliz estando presente.

Nota aparte:
Los dueños de las vitivinícolas deberían agradecernos públicamente por los altos volúmenes de venta registrados en esos años. Tomen nota malditos.

Ricardo, gentilmente ha querido que comparta con ustedes (¿hay alguien ahí no?) algunas anécdotas memorables que recuerdo de esa maravillosa velada. Dilucidar los detalles en su divina proporción me sería francamente imposible debido al avanzado estado etílico en que me encontraba en aquellos momentos. A pesar de todo envío humildemente esta pequeña colaboración, que no cubre ni el uno por ciento de lo acontecido esa noche. A ver si te acuerdas de estas tío:

- Conejo, voluminoso bol de acero en la mano, ingresando al pogo y rociando a los asistentes con grandes cantidades de pop corn, cual doncella bacante, pero mucho más peluda, gorda y fea. Por último aburriéndose de todo eso y estrellando el aparato en el cráneo del concurrente más próximo.
- Conejo, tardándose horas en cortejar a una invitada para finalmente introducirla en el cuarto de baño y luego una vez dentro abofetearla so pretexto de que la revolución no admite putas.
- Conejo, autodenominado barman oficial, mezclando el trago con alcohol de botiquín, aceptil rojo (para darle color), algodones usados producto de los inyectables que aplicaba tu mamá y quien sabe que otras cosas más.
- Conejo, obligando a kike chirichigno a chupar sin parar, hasta que este, en un tropiezo queda empotrado dentro de la vitrina de la cocina.
Ricardo, dime una cosa: ¿Qué mierda hacía conejo en esa fiesta?
- Este servidor, trepado sobre cierta división de madera para realizar un espectacular stage diving, resbalándose en plena performance, golpeándose las bolas en el filo de la baranda y saliendo de escena por lo menos durante un cuarto de hora.
- Ciertas personas, cuyos nombres permanecerán eternamente en el anonimato, rociando purgante molido sobre el chifón de chocolate.
-La sospechosa y repentina irrupción de un grupo de chicas medio putonas, que hasta ahora no tengo muy claro de quien eran amigas y que lograron de inmediato lo que ninguna otra cosa en el mundo puede hacer para que un metalero deje de lado sus convicciones: cambiar la “música para hombres” por salsa y hacer bailar a varios concurrentes, que dicho sea de paso, conocían los pasitos a la perfección (no se preocupen muchachos, los recordamos perfectamente...)
- Olaya (Gran Maestro, siempre recordado) mandando a la “puta-que-te-parió” a todo el mundo y restituyendo con honores los dulces y melódicos acordes del thrash metal (¿era Possessed o Dark Angel?)(***), para horror de salseras y bangers carretones (Miguel Det incluido) y de paso reivindicando a los verdaderos metaleros “puros”, que nos habíamos apertrechado en la cocina y ya estábamos hartos de tragar todo el contenido de la refrigeradora. Acto seguido se armó una estampida hacia la sala, en la cual este servidor iba a la cabeza, no necesariamente por mis dotes de liderazgo, sino empujado por el ciclón humano que venía detrás y cuyos integrantes aprovechaban gustosamente la ocasión para utilizarme de ariete. El resultado fue un pogo descomunal que sorprendió mal parados a muchos de los presentes, haciéndolos volar como palitroques. Recuerdo que en medio del barullo, me detuve en seco para aullar una arenga de guerra, cuando se me plantó delante una chica pechugoncita a cual yo había lanzado accidentalmente al piso en el clamor de la estampida y me mandó un cachetadón tan certero y brutal que me apagó la tele por un par de segundos. A esas cosas mijitos se les llama heridas de guerra.

-Aquella chiquilla por la cual todos los presentes babeábamos, excepto el gran Miguel, que estaba mucho más preocupado en dar curso al trago y que va directo donde él sacándolo prácticamente a empellones a la calle para lo que todos nosotros hubiéramos estado solícitos de hacer con ella. Total, por algo es el gran Miguel.

En fin, anécdotas minúsculas de un jolgorio que se prolongó hasta bien entrada la mañana. Ricardo, gran gurú alcohólico, organizó lo que para muchos de nosotros ha sido la velada más divertida y bizarra de nuestras vidas, algo de lo cual le estoy eternamente agradecido y aún hoy, luego de tantos años, aún recuerdo con una perversa sonrisa de complicidad en los labios. ¡salud por ello!

(*) Artículo grácilmente redactado por Enrique Grillo.
(**) Los que sí me hayan visto, se callan. Además a mí me gusta Daddy Yankee, no Don Omar.
(***) Fue Dark Angel.