Tres veces coronada Villa Quevedo
Acabo de volver y cómo deseo dejar este frío país arbitraria y estúpidamente autodenominado "América" para retornar a su querido y maloliente caos, con su tránsito infernal, con sus noches de neón y alcohol, de sexo y orín, de montañas de exquisita comida. Lima, con sus políticos corruptos, sus casitas sin tarrajear mostrando sus entrañas de ladrillo, sus habitantes mestizos tratando de subirse a la combi de la modernidad, su garuíta que jamás llega a convertirse en lluvia, y los amigos siempre dispuestos a beberse una cerveza o cientos de ellas. Ah... Lima. Pero qué se le va a hacer.
Así como muchos dejan a la noviecita de barrio por una amante rica y vieja, así estoy yo nuevamente en el gigante del Norte, con sus calles vacías y su clima gélido, disfrutando el plato de lentejas de la comodidad material, extrañando mortalmente a mi ciudad sucia y fea pero que me amaba con su corazón de concreto y basura. Creo que efectivamente los hombres son unos perros, como dicen. Naaaaaaaaaaaaa
Así como muchos dejan a la noviecita de barrio por una amante rica y vieja, así estoy yo nuevamente en el gigante del Norte, con sus calles vacías y su clima gélido, disfrutando el plato de lentejas de la comodidad material, extrañando mortalmente a mi ciudad sucia y fea pero que me amaba con su corazón de concreto y basura. Creo que efectivamente los hombres son unos perros, como dicen. Naaaaaaaaaaaaa
3 Comments:
Jeje, buen post, pero que se le va a hacer, a veces hay que empujar un rato mas, vi las fotos del camioncito estan buenas, bastante mas varonil tu nuevo vehiculo.
Un abrazo,
Hernan
siempre con esos comentarios tan gay, pareces un comentarista de "queer eye for the straight guy"
jajaja que rosquete, como se nota que eres hincha de ese programita.
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