Fiebre de sábado por la noche
Hasta que por fin se me hizo! Nada que hacer, las rubias fáciles son un regalo divino. A ver, esta damisela se llama Kara y es la mamá de la enamorada del chibolo Luis Carlos, hijo de la tía colombiana que me renta el apartamento (perdón por al rollazo). Yo sabía que le gustaba chupar (chsssss) así que le pregunté a Ashley (su hija, y mi hija por unas horas) que si no le molestaba que invitara a su mamá a tomar. Ella dijo "no, para nada" (ésa es la juventud!), así que notició a su madre de mis intenciones y la mamá llegó a mi casa en 20 minutos con 3 botellas de vodka. A todo esto yo, siempre previsor, ya me había agenciado una caja de Budweiser (no hay otra cosa así que no jodan). Le dije que lo mejor era bajar a mi apartamento porque si salíamos a un bar íbamos a regresar borrachos y era peligroso manejar así (aparte eso de cachar en el carro es bastante incómodo), de tal manera que bajamos y me empezó a contar que apreciaba mucho el arte, el cine y la música, y que poseía una sensibilidad especial por la cual veía y sentía fantasmas (lo que hay que aguantar). Llegaron a la casa dos de sus seis chibolos (parece que le gusta el asunto) y se pusieron a jugar con el Xbox, mientras Kara y yo seguíamos hablando cojudez y media (su hermano toca en una banda heavy metal llamada Hellborn, se supone que vamos a ir a un concierto en estos días). En determindado momento Kara dijo "ay estos wones nunca se van a ir a dormir?" y yo "AJA!". Finalmente se quitaron los chibolos y seguí la técnica maestra de un dominicano dealer del casino (alabado sea): "Si estás en un punto muerto luego de los tragos, dale un masaje: si lo acepta, ya es tuya". Y eso hice. Primero se sorprendió pero luego se relajó, y ya pues. Qué barbaridad, bien intensa la cosa. Yo no podía más, de verdad, y ella seguía y seguía. "I can fuck all night long", me decía. Ok ok te creo! le respondí. Hubo sus variantes sabrosas (por atrás, dicho sea de paso entró como Pedro en su casa, me dijo que la mordiera, que la abofeteara, que le jalara los pelos), así que fue un hermoso encuentro. Se levantó y se quitó, ni chau me dijo (mmm ya sé lo que se siente ahora), así que no se si me llame (jajajaj, que baboooso), pero en fin, así es la vida. Pobre Lindsey, ella creyendo que estaba en el cine, chss, fácil que ella también estaba tirando, y con 3 encima. Bueno, necesitaba compartir esta efeméride con todos ustedes, lectores educados y sensibles. Hasta la próxima, que fácil será el 2008.