Burning down the house

Me encontraba durmiendo plácidamente luego de haber trabajado toda la noche, soñando con alguna huachafería sin sentido cortesía de mi inquieto subconsciente, cuando mi puerta fue abierta violenta y ruidosamente, despertándome en el acto y obligándome a gritar como alguna inteligente fan de los hermanos Jonas en concierto. Ante mí se encontraba mi compañero de casa y viejo (sin alusiones personales) amigo Julio, ataviado con su inefable bata rosada de baño, con el rostro desencajado por el pánico, despeinado y gritando:
"se quema la casa!"
Traté de no hacerle saber de mi enojo por asustarme de muerte e interrumpir mi bien merecido descanso tras laborar toda la noche, escogí bien las palabras y le dije en tono conciliador y sosegado:
"qué chucha quieres decir con que se quema la casa? qué carajo has hecho ahora?"
Julio me explicó que la luz del espejo del baño se estaba incendiando. Me levanté a observar el desastre, y éste consistía en un interruptor humeante y olor a plástico quemado en todo el baño. Le pedí a Julio que fuera a bajar la general (mientras él me preguntaba si debía llamar al 911), cosa que hizo rápidamente, bajando al piso inferior para reventar la puerta del vecino a golpazos (siempre en batita rosada), mientras yo trataba de girar el condenado interruptor (lo cual me generó un buen par de ampollas en mis hermosos dedos). Como la cosa empezaba a llamear, busqué mis tijeras con mango de plástico y corté los dos cables que unían el interruptor con los focos, acabando con el problema, más por las ganas de volver a la cama que por el temor a morir quemado. Julio volvió a aparecer (con la batita rosada siempre), solo para ser enviado de vuelta a molestar al pobre vecino y devolver la energía al departamento (valga aclarar que la luz del baño no se fue nunca).
El buen Julio quedó mirando las tijeras y los cables cortados, con una expresión insondable en el rostro. Mi hermana (quien estaba aún más molesta por ver su sueño de 12 horas diarias turbado de esa manera), comentó distraídamente: "por eso el dueño quiere vender esta casa, está muy vieja"
Antes de volver a mi cama, respirando humo y olor a plástico incinerado, dije con toda sinceridad:
"entonces hay que vender a Julio"

Tres veces coronada Villa Quevedo

Acabo de volver y cómo deseo dejar este frío país arbitraria y estúpidamente autodenominado "América" para retornar a su querido y maloliente caos, con su tránsito infernal, con sus noches de neón y alcohol, de sexo y orín, de montañas de exquisita comida. Lima, con sus políticos corruptos, sus casitas sin tarrajear mostrando sus entrañas de ladrillo, sus habitantes mestizos tratando de subirse a la combi de la modernidad, su garuíta que jamás llega a convertirse en lluvia, y los amigos siempre dispuestos a beberse una cerveza o cientos de ellas. Ah... Lima. Pero qué se le va a hacer.
Así como muchos dejan a la noviecita de barrio por una amante rica y vieja, así estoy yo nuevamente en el gigante del Norte, con sus calles vacías y su clima gélido, disfrutando el plato de lentejas de la comodidad material, extrañando mortalmente a mi ciudad sucia y fea pero que me amaba con su corazón de concreto y basura. Creo que efectivamente los hombres son unos perros, como dicen. Naaaaaaaaaaaaa

Vade retro Carrillo!!!!

Las siguientes líneas obedecen al indignado pedido de mi amigo Carlos Carrillo, economista, escritor de relatos amorales y metalero consumado. Sucede que su libro de cuentos Para tenerlos bajo llave ha sido arbitrariamente vetado en la librería (pituca y decadente como la clase culturosa limeña) La Casa Verde, por cometer el ominoso crimen de ser literatura “satánica, pornográfica y pedófila" de acuerdo con la severísima opinión de la señora dueña.

Parece que la tal señora de librera y lectora no tiene mucho, ya que en su inmaculado templo se ofrecen alegremente títulos como "Las 120 Jornadas de Sodoma" de Sade o "Las once mil vergas" de Apollinaire, así como varios ejemplares de la siempre solicitada colección La sonrisa vertical.

Me pregunto cuál sería la reacción de la señora si el buen Donatien Alphonse Francois, AKA Marqués de Sade pudiera volver de los infiernos de lujuria en los cuales disfruta de la eternidad, y acudiera a la Casa Verde para pedirle información sobre la venta de sus obras. Le diría que retire esas inmundicias de su local, ya que no van con la línea "decente" de su respetable negocio? O al verlo blanquito y con acento francés lo regalaría cual si fuera un ángel del Señor, a la usanza de la pituquería limeña? Al menos el buen Carlos no ha estado en la cárcel debido a sus excesos sexuales. No aún.

The time to kill is NOW!

Cannibal Corpse, finalmente, sin Chris Barnes, ni Jack Owen, pero qué mela, Cannibal Corpse al fin y al cabo. El lugar, el Lupo's de Providence, que cada día, por desgracia, se parece más a NY. Abrió una banda aburrida que ni siquiera me molesto en nombrar (todas estas banditas neo death metal suenan idénticas, no llega a ser death metal esa voz aguda y gritona. El cd que empezó este estilo fue ése de At the gates, Slaughter of the Soul, pero qué joda, qué manera de copiar el maldito álbum). Ni un cover de Testament (Into the pit) les salvó la noche, mala versión y el vocalista no le llegaba a los talones a Chuck Billy. Luego vino Goatwhore, que hicieron un trabajo muy decente. Black metal con mucha influencia de Celtic Frost, simpático.The Red Chord continuó esta destrucción sónica, otra bandita neo grind death (los mismos gritos agudos y esos saltitos que no llegan a ser mosh, típicos del felizmente extinto nu metal, que me dan mala espina). Algunos riffs interesantes y ciertas partes doom, pero nada más. Luego vi por enésima vez (están en todas) a The Black Dahlia Murder. Una banda cumplidora, pero debo decir que me aburrieron grandemente (sí, neo death otra vez). Y bueno, al fin, luego casi 15 años de espera, apareció Corpsegrinder y los demás engendros infernales del Cadáver Caníbal. Mosh real y verdadero, auténticos gruñidos infernales, real, obsceno y ofensivo death fucking metal!!! El pogo? terriblemente violento, considerando que los gringos son mucho más altos y pesados que el peruano promedio, fue una completa matanza. Through the eyes of the dead, The wretched spawn, Put them to death, Fucked with a knife, Vomit the soul... lo más mórbido y sádico de toda la historia del metal en una hora de absoluta insanidad! Puntos álgidos de esta velada de oprobio: como siempre, nuevos metaleros de verdad, chiquillos de 13 o 14 años con el cabello larguísimo y con con polos de Death, Iron Maiden, Destruction... bangers pequeñas y grandes, todas preciosas (le tomé foto a una, jijiji), y bueno, pese a la diferencia y variedad de subgéneros, de estilos, de matices, todos gritando, haciendo cuernitos con las manos y sabiendo que el metal es uno solo, y que jamás morirá.

Borat

Luego de Idiocracy, no pensé encontrar algún otro filme igual de divertido prontamente, pero me equivoqué. Si se acuerdan del largirucho hip hop wannabe Ali G en el vídeo Music, de Madonna, pues ya ubicaron al cómico inglés Sasha Baron Cohen (sí, para variar es judío), quien es el culpable de este hilarante exceso. En Borat se burlan de todos y de todo: del sexismo, del racismo, de los gay, de los judíos, de los evangelistas, de la criminalidad, de Kazajstán, de la pobreza en las Europas orientales, y sobre todo, con una finísima ironía, del american way of life. Es absolutamente recomendada, y prepárense para un buen cólico causado por las carcajadas cuando vean la escena de Borat peleando con su amigo Azamat.

Cajón de sastre

Qué espanto, le copio el nombre del artículo a un adefesio de columna que solía publicarse en "Legal Express" (?). Pero como no se me ocurre nada que transmita la idea de "de todo un poco" pues qué carajos!

- Hueveando (como siempre, y qué más se puede hacer pues) estuve leyendo sobre el mítico y venerable Street Fighter (el juego, no la película de Tony Shiba). Algunos de los poderes especiales de los luchadores podrían fácilmente aparecer en algún cd de Cannibal Corpse: Instant hell murder (Akuma), Darkness Ilussions (Morrigan).

- Hace poco estuve en un parque de diversiones enorme llamado Six Flags. Como gran pendejo pedí la montaña rusa más hardcore, pese a las repetidas advertencias de mi acompañante. Finalmente me subí en una llamada Batman, no me pregunten por qué. Resultado? Casi pierdo el conocimiento, salí con un dolor de cabeza, cuello y espalda monumentales y con las piernas temblando por el vértigo. Incluso hoy doy un respingo cuando el bus baja una pendiente...

- (No sé qué coñazos le ve la gente de bueno a esas porquerías).

- Buenas películas: El laberinto del Fauno, Casino Royale, The Departed, Children of men. Simpática: Ocean's Thirteen. Bocatto di cardinale: Idiocracy. Aunque es una sátira deliciosa sobre cuán vacía y estúpida es la sociedad norteamericana, en realidad bien podría considerarse como un filme de horror. It's the future.

- WWE (para los que gustaban de la lucha libre) convertida en un absoluto bodrio. Campeón desde eones John Weena (es Cena pero lo joden así, Weena, de weeger, un white que se comporta como nigger), el sujeto más absolutamente odiado por los viejos espectadores del show, y adorado por chiquillas y niños de 4 años, y quienquiera que tenga dicha edad mental o escuche hip hop (que es lo mismo).

- Jamás, pero jamás, vean un filme de William Friedkin llamado Bugs.

- El dueño de la casa me invitó a jugar póquer con sus patas. Les quité 80 dólares y me siguen llamando para que vaya. Amateurs.

Y bueno, se acaba el verano y a congelarme el culo una vez más. Yuesei!

Nada desde febrero? Damn!!!

A la pelota, vaya que hubo un vacío creativo en mi vida en estos meses. Ok, para beneplácito de los miles (y miles) de seguidores de este blog, haré un brevísimo pero sabroso resumen de lo acontecido durante mi ausencia:
- Nuevo amor, nuevo dolor. Canadiense esta vez, Patricia es el nombre, Trish el tristemente recordado apelativo. Ver imagen adjunta.
- Más años cumplidos que pesan más que el mundo al pobre Atlas. 34 en esta ocasión.
- Nuevo juego y dolor de cabeza, espalda, y cerebro, ya que acostumbrado a concentrarme tanto no estoy: Craps (cacas, qué simpático no?). Además me hicieron dealer del famoso Pit 20, es decir, de los high stakes de Foxwoods. Progreso, que le dicen (algunos, otros no).
- Nueva vivienda, cansado de los sobrepagos hechos en la anterior. El 17 de la Summer Street, aquí (o allá, según convenga) en Westerly, Rhode Island, en su segundo piso. Compañero de piso el provecto Julio Granados (no further comments on that).
- Verano tranquilo, repartido entre el casino, las playas de Misquamicut, la escuela de dealers, y las borracheras con mis amigotes peruanos. Concierto de Megadeth y Heaven and Hell incluido, con terrible infección en el ojo que sin embargo, no amilanó a este true banger!
- Y bueno, el mismo spleen, el vacío existencial perpetuo y sombrío que reaparece de cuando en vez para recordarme que siempre hay mucho por hacer. Como volver a escribir en mi blog, por ejemplo.